La religión del hombre primitivo
Ya en la prehistoria aparecen manifestaciones que indican la creencia del hombre en un mundo trascendente. No se conocen épocas o civilizaciones sin religión, lo que indica que el sentimiento religioso nace de lo más profundo del ser humano.
El hombre prehistórico creía en la trascendencia y se explicaba el mundo mediante un pensamiento mágico-religioso. Esto se deduce del modo de enterrar a los muetos, del sentido mágico de algunas de sus pinturas, o del estudio de los monumentos megalíticos (grandes piedras). Así, el hombre de Neanderthal, hace unos 100.000 años, demuestra una preocupación por el más allá: en sus enterramientos, junto al cádaver, colocaba objetos que le fueran útiles para la otra vida.
Posteriormente, los pueblos pastores creyeron en un conjunto de dioses celestes y adoraban a los astros. Los pueblos agrícolas se explicaron el misterio de los ciclos y de la fecundidad dando atributos de dioses a las fuerzas naturales.